Muchas veces pensar de manera negativa sobre nosotros mismos aunque a priori no lo parezca, hace que obtengamos una serie de ganancias secundarias, como por ejemplo evitar situaciones que nos generan malestar.
La autocrítica en sí misma no es un aspecto negativo y nos puede ayudar a crecer y aprender de nuestros errores. Pero puede convertirse en algo negativo para nosotros si se convierte en un autoexigencia excesiva hacia nosotros mismos.
Un sinfín de argumentos que hace que nos pasemos todo el día juzgando lo que hacemos o dejamos de hacer.
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Los pensamientos negativos pueden ser eliminados entrenándonos a nosotros mismos y recibiendo la orientación adecuada, a continuación se mencionan algunas técnicas que pueden ayudar a controlarlos:
Calmar a nuestro crítico interno no es un proceso fileácil ni rápido, pero es essential para nuestro crecimiento own y bienestar emocional. Al implementar estas estrategias y practicar la autocompasión, la atención plena y el cuestionamiento activo de nuestros pensamientos, podemos transformar la voz crítica en una voz de apoyo y aliento.
La necesidad de controlar los sentimientos dolorosos: cuando la crítica ayuda a reducir o detener por completo los sentimientos que nos hacen sentir mal, la voz se refuerza.
Exigirnos en la medida de lo que podemos hacer, teniendo en cuenta que podemos permitirnos fallar, descansar o parar cuando lo necesitemos.
Utiliza el ejercicio de múltiples perspectivas, donde eres consciente de que lo que tu mente te dice en un inicio solo es un poco más de lo mismo que ya conoces, invita a tu mente a pensar en otras alternativas posibles.
Cuando nos reprochamos por cualquier situación, lo hacemos de forma pasiva, es decir, sin buscar la forma de prepararnos o aprender las habilidades necesarias para pensar o actuar de la forma deseada.
En respuesta a un pensamiento interno como “eres idiota” es necesario responder en primera persona de manera positiva, dando respuestas como “yo soy una persona inteligente que click here a veces tiene problemas, pero lo suficientemente competente como para salir adelante”.
Pero lo que podría ser un mecanismo de supervivencia sensato en la infancia puede convertirse en una discapacidad verdaderamente debilitante en la edad adulta (Chamine, 2012).
Hazte preguntas a ti mismo hasta que logres desmantelar esas etiquetas, que lejos de ser reales son simples generalizaciones desastrosas para tu autoestima. El hecho de cometer errores no nos convierte en inútiles, tener un día poco afortunado en una reunión no hace de nosotros seres aburridos y decir alguna estupidez no nos convierte en estúpidos…
Esta voz hará lo que sea necesario para que trabajes lo más duro posible. Para motivarte, puede decirte que eres un vago o un incompetente y que no puedes lograr nada.